"La actual solemnidad no es solamente una memoria, sobre todo es una acción de gracias a Dios por el testigo más grande de nuestros tiempos". Así se expresó el monseñor Tadeusz Rakoczy al hablar sobre los festejos del 65 aniversario de la muerte de San Maximiliano en el campo de concentración de Auschwitz, en Oświęcim. En la Misa, presidida por el arzopispo de Cracovia, cardenal Stanislaw Dziwisz, celebrada en la plaza, participaron alrededor de 1.500 personas.El monseñor Rakoczy, en su homilía, preguntaba a los fieles "si son capaces de asumir la herencia de San Maximiliano, y no gritar nunca más?".Según la opinión del obispo, no habría tantas guerras si el mundo hubiera "aceptado a Cristo y su enseñanza sobre el amor".El provincial de los franciscanos de Cracovia, p. Kazimierz Malinowski, expresó su convicción que San Maximiliano era capaz de entregar la vida por otra persona, porque sabía amar. Dijo: "La fuerza del amor lo hizo".Para los festejos asistieron los devotos de San Maximiliano desde diferentes partes del país, cohermanos del Santo, hermanas religiosas y también los representantes del gobierno y del museo de Auschwitz-Birkenau.El ministro de la cancillería del presidente de la República de Polonia, Robert Draba, presente en los festejos, leyó la carta de Lech Kaczynski. El presidente de Polonia aseguró, a los que participaron en la Misa, que "se une en oración con todos los que rinden homenaje al heroico sacerdote, en el lugar donde se intentó matar la fe en Dios y en el hombre". Lech Kaczyński, en su carta, racalcó el coraje, desinterés y generosidad del p. Kolbe. "Él dio el testimonio de gran valentía y disposición para el mayor sacrificio para otro hombre (...). Maximilano María Kolbe, el santo contemporáneo y un gran polaco, es para toda la sociedad católica un ejemplo de una renuncia total, a nombre del amor al prójimo, ideal de confiar sin límites a María y a la Providencia Divina", escribió el presidente. Al concluir la Eucaristía, el cardenal Dziwisz repitió, tras los obispos polacos, las palabras sobre el perdón, mas inmediatamente anadió: "pero queremos recordar a los mártires y orar, para que nunca más y en ningún lugar en la Tierra se repita esto".Antes de la misa en el Centro de San Maximiliano María Kolbe, en Harmeze, cerca de Oświęcim, se celebró la liturgia del Transitus, para recordar el paso del p. Kolbe de este mundo al cielo.
czwartek, 4 marca 2010
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